UNVM
Juan Andrés Frank
Consejero Superior por el claustro estudiantil
del Instituto Académico Pedagógico de Ciencias Sociales
Consejero Superior por el claustro estudiantil
del Instituto Académico Pedagógico de Ciencias Sociales
Justificación
A título y responsabilidad personal, pero como parte de una fuerza política en la universidad,
decido presentar públicamente mi balance de gestión como consejero superior en
representación del claustro estudiantil del Instituto Académico Pedagógico de Ciencias
Sociales.
Entiendo la necesidad de realizar este documento público, sabiendo que asumí
responsabilidades como representante, y por tanto, debo rendir cuentas a quienes representé,
en el marco de una democracia formal. Invito, por medio de la presente, a las demás personas
que integraron el Consejo Superior, a hacer lo mismo.
Desde nuestra fuerza política, Estudiantes Patas Arriba-Villa María, entendemos que la
democracia formal representativa no alcanza para poder afirmar que vivimos en un país y en
una sociedad democrática. Al respecto, entendemos que no es la representación la que puede
garantizar que el pueblo decida sobre su propia vida, sino que urge la generación de las
instancias de participación posibles, la creación de genuinos y novedosos mecanismos que
crecientemente quiten capacidad de decisión a quienes nos representan y depositen en las
mayorías comprometidas con su realidad esas decisiones.
Entendemos, sin embargo, que la existencia de la democracia participativa y protagónica de
nuestros pueblos no es un dictamen, una resolución, un decreto, sino una necesaria
construcción que demanda generar cambios culturales profundos en todxs y cada unx de
nosotrxs.
En este sentido, explicitamos nuestro proyecto político para cada una de nuestras actividades
en la universidad como la necesaria democratización que nos debemos. Democratización
porque no se alcanza la democracia con elegir representantes, democratización porque no
podemos asumir que todos los poderes que existen y se ejercen en el mundo son poderes
democráticamente electos.
La teoría política de la democracia más formal y liberal, con quienes nos encontramos en
veredas opuestas, sostiene, sin embargo, que quienes son representantes se deben a sus
representados, y ello implica rendir cuentas y asumir responsabilidades. En este sentido
acordamos con esta teoría, aunque insistimos que sólo en un proceso de transición a una
nueva forma política, y asumiendo que también debemos generar espacios de rendición de
cuenta horizontal, es decir, que cotidianamente la sociedad pueda impugnar, incidir,
participar, opinar, defenderse de las decisiones que toman los gobernantes, y no sólo dejarlo
en manos de elecciones, asumiendo que la rendición de cuentas está dada de por sí sólo
porque si realizamos las cosas mal, no nos votarán en próximas elecciones.
Encuentro con mucha tristeza, que muchxs con quienes compartí estos dos años en el
consejo, no se sintieron representantes, sino como personas elegidas para obrar a propia
voluntad sin consultar ni abrir los espacios de debate y participación a nadie. Esto es,
entonces, estar aún más lejos de lo que proponemos nosotrxs que lo que propone la teoría
política liberal de la democracia.
Análisis del funcionamiento y la dinámica del consejo superior
Con respecto al funcionamiento del Consejo Superior, la tesis más fuerte que voy a defender
es que no existió el Consejo Superior como espacio de debate y discusión de las decisiones
que atañen a la vida política y académica de la Universidad. Las grandes decisiones fueron
tomadas en despachos de decanos y en el rectorado, sea en la presencia del rector electo o en
presencia de la vicerrectora a cargo del rectorado. Asimismo, aquellas decisiones que
ingresaron al Consejo por vía de consejeros fueron, en su mayoría, derivadas a comisiones
que demoraron su tratamiento, quedando incluso puntos en despachos de comisión que
habían ingresado al cuerpo en el año 2011.
Marcharon sin ningún tipo de sobresaltos convenios marco y actas de suscripción de
colaboración científica y académica con universidades de todo el planeta, así como con
instituciones y organismos públicos y privados (sin fines de lucro la gran mayoría). Sin
embargo, casi con ninguna de las universidades y con pocos de estos organismos se han
firmado algún otro tipo de documento que implica prestación y contraprestación, trabajo
mancomunado, vinculación científica, técnica, etc.
Resulta de enorme importancia destacar que fue absolutamente ajena al Consejo Superior la
decisión de comenzar el dictado de clases de carreras de nuestra universidad en las ciudades
de Villa Dolores y San Francisco, tratándose recién a principios de mayo de 2013, cuando el
curso de ingreso había comenzado en marzo de ese año.
Más de 10 proyectos de reglamentación no fueron tratados en la comisión de interpretación y
reglamento, cuando no se habían presentado más de 25. Esto, a mi juicio, obedece a una
intención de no generar el debate en las comisiones y en los consejos, argumentando el
necesario consenso pleno y absoluto para las decisiones en la universidad, pero que en
realidad significa no poseer en la fuerza política que gobierna la universidad (Integración
Pluralista Universitaria) una claridad de horizonte y proyecto político para la institución. En
estos 6 años de gestión de Martín Gill, pasaron por cargos políticos de importancia adeptos a
proyectos políticos tan distantes como el que representan De La Sota, Macri, Cristina
Fernández, Mestre y Aguad. El proyecto político, en mi análisis, no puede explicitarse más
que como una intención de concentrar y acumular poder para que algunas individualidades
crezcan y avancen a disputas electorales distintas a las propiamente universitarias. Esto
último no es malo de por sí, pero sí resulta opuesto a nuestra forma de construir políticamente
cuando no se da cuenta de la universidad que quieren construir. La Pluralidad no es un valor
en sí, si entre ella no hay un diálogo abierto y libre, por tanto sostengo que no hubo una
genuina “integración pluralista”, sino una “construcción hegemónica vertical”, hegemónica
porque tuvo la capacidad de absorber la mayoría de las posiciones dentro de un marco amplio
de no cuestionamiento de quien gobierna y tiene el control de la estructura de poder. En este
sentido, vale destacar que existía cierta pluralidad en el Consejo Superior, que nunca logró
activarse y ponerse en funcionamiento.
Otro elemento que evidencia esta construcción hegemónica vertical es cómo la enorme
mayoría de los proyectos fueron presentados directamente por rectorado o por los decanos de
los institutos académico-pedagógicos.
El análisis de todas las actas sintéticas de estos dos años demuestran que, salvando un puñado
de excepciones, los consejeros de IPU no han presentado proyecto alguno.
Necesaria y situada autocrítica
La fuerza política “Estudiantes Patas Arriba” se hizo cargo, en solitario, de la gestión del
Centro de Estudiantes de Sociales desde noviembre de 2009 hasta octubre de 2012, sin
ninguna experiencia previa ni de gestión ni de disputa por el gremio de lxs estudiantes, y en
agosto de 2011 fue la única que presentó estudiantes candidatxs a los consejos superior y
directivo del Instituto Académico-Pedagógico de ciencias Sociales. En 2012, diferencias en
las lecturas políticas y en la práctica cotidiana, decantan en la separación en dos grupos
distintos, uno en la ciudad de Córdoba Capital, otro en la ciudad de Villa María.
El párrafo anterior refiere a la situación en la que el EPA decide participar en las elecciones,
fundamentalmente para garantizar la presencia en ese órgano de cogobierno, para conocer de
cerca las decisiones que las autoridades toman para la universidad. En ese sentido, la
participación en ese consejo en el primer año fue escasa, y sin conocimiento de la dinámica
de funcionamiento, escritura, discusión y resolución del Consejo. Sin embargo, insisto en
remarcar que tuve uno de los mejores índices de asistencia tanto a sesiones como a
comisiones del consejo, estando además en las dos comisiones que más reuniones y trabajo
tuvieron: Interpretación y Reglamento; y Enseñanza. Lamentablemente no puedo sostener lo
mismo sobre quienes estuvieron como representantes de los distintos claustros en el Consejo
Superior, existiendo sesiones que no pudieron realizarse por falta de quórum y donde el
promedio de asistentes fue de 12 miembros (debo recordar que el quórum mínimo es de 11
miembros para que pueda sesionar el consejo).
Situación de los proyectos presentados y desafíos
Los proyectos que presentamos como fuerza política fueron: -El auspicio a la realización del
cuarto Foro Nacional de Educación para el Cambio Social realizado en Rosario en junio de
2012. También la declaración de interés académico del VI Encuentro Nacional de Estudiantes
de Sociología realizado en Villa María de manos de estudiantes de sociología organizadxs de
la sede Córdoba y de Villa María. Presentamos, apoyamos y votamos afirmativamente la
solicitud de aval académico al V ENCE realizado en Villa María, a solicitud de Marco Ayesa,
en representación de MAS, que, aún siendo de una agrupación diferente, entendimos que el
evento merecía el aval de la Universidad. Elaboramos un proyecto de reglamentación de uso
y funcionamiento extraordinario del edificio del comedor universitario, conscientes de que no
podíamos seguir dejando sin reglamentar de alguna manera las actividades que allí se
realizan, y buscando la mayor facilidad para que quien desee hacer un uso académico,
cultural, social de carácter público, lo pudiera hacer. Este proyecto quedó, al igual que
muchos otros, en la comisión de interpretación y reglamento. Logramos que la Universidad
Nacional de Villa María se pronuncie por medio de su órgano máximo de gobierno, el
Consejo Superior, sobre el fallecimiento de Hugo Rafael Chávez Frías, comandante de la
Revolución Bolivariana en la República de Venezuela. En este sentido, tenemos que decir que
este Consejo no se ha pronunciado sobre acontecimientos críticos y de enorme relevancia de
la vida social, y ello es un desafío para quienes vengan a ocupar esos espacios, poder tener
una universidad que discute los temas fundamentales de la realidad nacional e internacional,
y lo hace no sólo en todos los ámbitos, sino también en los consejos. Propusimos y
generamos una propuesta de modificación del proyecto que reglamenta el gabinete
interdisciplinar “@PES” Apoyo Estudiantil, donde existe un sacerdote de la Iglesia Católica
Argentina realizando un “acompañamiento humano-espiritual” a estudiantes, algo que
propusimos suprimir puesto que atenta directamente contra la universidad laica.
Los desafíos son muchos, más cuando hay una dinámica de funcionamiento establecida que
no ayuda ni a las discusiones, ni a la explicitación de posturas, posiciones y propuestas. La
tarea fundamental es llenar de política, que se trata de las decisiones de la vida colectiva, y de
discusiones los consejos.
Siento muy triste para la realidad de nuestra universidad la persistencia de una “construcción
hegemónica vertical”, puesto que la enorme mayoría de lxs candidatxs forman parte de la
misma lista y casi no existe en los claustros propuestas distintas. Esta realidad de los órganos
de representación es muy distante de lo que es la vida universitaria cotidiana, donde las
discusiones son habituales, las posiciones diferentes y encontradas también lo son, y los
consensos son genuinos cuando los hay, y las discrepancias son explícitas cuando no.
Una vez más, retomo lo que dijo alguna vez algún teórico social, cuyo nombre se me escapa:
la democracia sucede cuando lxs que gobiernan se parecen mucho a lxs que son
representadxs, y eso he intentado ser y hacer.
Sigo apostando a la construcción política en la izquierda y desde abajo, no linealmente, sino
entendiendo los espacios de representación como lo que efectivamente son: espacios donde se
intenta hacer presente a quienes están ausentes (de allí re-presentación), pero donde esas
ausencias la mayoría de las veces van contra la democracia misma. Hemos intentado como
fuerza política abrir el juego a los consejos, pero fundamentalmente hemos apostado nuestra
construcción al estudiantado de sociales, por lo que los consejos no han sido la prioridad,
porque no pueden serlo cuando el espacio que se les da a lxs estudiantes es de 3 de 19, 3
estudiantes, 13 docentes, 2 no docentes y un graduado. Eso no es democracia, ese espacio
necesita llenarse de la política que espero siga gestándose en las aulas, en los pasillos, así
como se gestó la democracia en las plazas públicas y no en lugares cerrados sin que el pueblo
pueda acceder.
Finalizo satisfecho de la crítica y la autocrítica de la gestión en estos dos años, haciéndome
cargo a título personal de las falencias, las debilidades y los errores, y dando todo el crédito
de los logros y los avances a la fuerza política de la que sigo siendo parte, en la que sigo
militando, y el crédito también al estudiantado.
Villa María, 29 de Agosto de 2013