Hoy, a tres meses de que esta acción está en marcha, las autoridades y el concesionario han llegado a un acuerdo para que a partir del 02 de mayo este último se retire y el servicio sea prestado directamente por la universidad, a través de la Secretaría de Bienestar del Rectorado lo cual significaría que el servicio se adapte a las necesidades de los usuarios y no a la inversa.
A partir del 02 de mayo se abre un periodo de transición hasta que sea inaugurado (en el mes de junio) el edificio que se destinará para este servicio. Durante estos casi dos meses el servicio deberá adaptarse a las posibilidades que ofrecen el espacio y el equipamiento con que se cuenta hasta la fecha (que es claramente insuficiente).
Serán dos meses en los que debemos poder comprender que se hace un esfuerzo en pos de un beneficio mayor y en donde estaremos velando porque el funcionamiento sea el óptimo teniendo en cuenta las posibilidades y la experiencia con que se cuenta.
Como estudiantes creemos que este servicio es clave para nuestra universidad y que esta decisión (que venimos promoviendo largamente) debe ser apoyada en los hechos por los estudiantes, docentes y no docentes, tolerando inicialmente los posibles defectos hasta que se ajuste el sistema, aportando posibles soluciones o propuestas de mejora y promoviendo la apropiación del espacio ya que desde este momento ya no depende de un privado sino de todos nosotros.
Como estudiantes creemos que este servicio es clave para nuestra universidad y que esta decisión (que venimos promoviendo largamente) debe ser apoyada en los hechos por los estudiantes, docentes y no docentes, tolerando inicialmente los posibles defectos hasta que se ajuste el sistema, aportando posibles soluciones o propuestas de mejora y promoviendo la apropiación del espacio ya que desde este momento ya no depende de un privado sino de todos nosotros.